| La historia de mi árbol quisiera creer que está razonablemente bien narrada en el texto, por lo que no creo necesario redundar, la anécdota es tal y como sucedió en consecuencia ya está todo dicho. Lo que pasó después de componerla editarla y difundirla es otra historia. Poco a poco el tema se fue convirtiendo en una especie de himno y bandera del ecologismo, especialmente a partir del momento que el gobierno mexicano utilizó la canción para promocionar un programa de repoblación forestal en todo el país, animando especialmente a niños y jóvenes a plantar árboles. En todas las emisoras radiofónicas y de televisión se decía “Plante un árbol y gane un amigo para toda la vida” al tiempo que sonaba una breve parte de la canción. Se repitió hasta la saciedad. Se hicieron multitud de grabaciones en todos los estilos imaginables y se vendieron millones de discos y hoy es un clásico y naturalmente infaltable en mi repertorio, especialmente cuando la suerte mueve los hilo de actuar en México. Hay una parte triste en esta historia y es que mi madre por política de buena vecindad, tuvo que mandar a quitarlo un mal día. Resulta que su desarrollo fue tan espectacular que las raíces le estaban tirando la casa al vecino. Para la estadística diré que solamente el tronco pesó más de cinco mil kilos. |
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