Fueron muchos años de esperarla sumando sueños y proyectos.
Cuando llegamos a Madrid recién casados alquilamos un pequeño apartamento que más que pequeño era breve. Pero ahí acunamos nuestro amor y empezamos a soñar sobre todo cuando salíamos a recorrer los alrededores de Madrid y veíamos residencias con césped, árboles y jardines. Tanto Renata como yo nacimos y nos criamos en casa amplias de pueblo con jardín y amamos ese tipo de vida. Un buen día, Willy Rubio que durante muchos años fue mi pianista, ya retirado de la música me llamó para ofrecernos un terreno en una urbanización periférica y acudimos a la convocatoria con más interés que dinero. La oferta era generosa y las facilidades amplias y el lugar precisamente ese tan largamente soñado. Con algunos ahorros propios y otros ajenos realizamos la compra de la tierra y a partir de entonces, ya propietarios los sueños de nuestra casa se multiplicaron tanto como las deudas para lograrla. Escribí entonces esta canción y ahora al desnudarla para este trabajo veo que fue una canción en mucho premonitoria, tiene aleros, golondrinas, ruiseñores, mariposas y muchos amigos que vienen a compartir la sal, el pan y el vino. Aquí han nacido muchas canciones y espero que siga el parto por muchos años más. Ahora mismo hay un mirlo imitador de ruiseñores que mientras escribo estas líneas me ofrece el homenaje de su canto. |
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