Esta es una canción de hondo arraigo popular. La compusimos juntos Carlos “chango” Funes y yo. El texto responde a una necesidad imperiosa de ternura que tenemos todos e tiempos de una deshumanización exacerbada como producto del advenimiento desaforado de las cosas materiales empezando por supuesto por el dinero “Poderoso caballero” lo decía ya Quevedo en su tiempo a manera de visionario magistral. La diferencia de aquellos tiempos a estos es que ahora sabemos quienes son los dueños y cuan poco nos permiten disfrutarlo. De pronto la ternura es motivo casi de limosna y no importa ni degrada pedirla porque es algo que se necesita casi como un combustible para seguir andando las sendas de la vida. |
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