| Sigue un texto genial del gran poeta que fuera José Fernando Dicenta, escrito como un complemento de la radio-novela “Como el ave solitaria” a la que hice referencia en el primer disco de esta colección cuando expliqué el texto de “El amor desolado”. La introducción e interludios son obligados por la composición original. Aquí debo destacar muy especialmente el fantástico trabajo pianístico de Ricardo Miralles. |
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