ALBERTO CORTEZ ´ECHA RAICES EN TIJUANA´
Entre los saludos recibidos el 12 de septiembre de 2007 en el homenaje que la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires le realizara a Alberto Cortez, se dio lectura a un texto despachado en Tijuana. Los párrafos los firmaban Javier del Río, Gustavo García Travesí, Alfredo Giovanelli y Julieta González Irigoyen.
El 16 de octubre, el cantautor inauguró una nueva andadura azteca precisamente en ese punto geográfico de Baja California. El Centro Cultural Tijuana (CECUT), icono de la ciudad construido en un predio de más de treinta y cinco mil metros cuadrados, cumplió 25 años de vida. Su Festival Otoño, con la participación de artistas nacionales e internacionales, fue organizado para una asistencia aproximada de veinticinco mil visitantes.
En ese contexto y luego de ofrecer su recital, el cantautor argentino fue homenajeado por las autoridades del Centro Cultural. La Directora General, Licenciada Teresa Vicencio Álvarez, explicó las causas de ese reconocimiento:
“Hace 25 años, esta ciudad tuvo la fortuna de ver nacer este maravilloso Centro Cultural, este recinto que ha modificado la vida de Tijuana y que le ha dado un rostro artístico. Hoy tengo el privilegio de encabezar los festejos del 25 aniversario en el que hemos honrado a los artistas que han pasado por aquí dándole vida al CECUT. Esta celebración no estaría completa sin la presencia de Alberto Cortez, artista de casa que durante estas décadas y en múltiples ocasiones ha llenado este espacio físico, pero sobre todo, el espacio de las emociones y los afectos. Queremos hacer patente este reconocimiento en nombre del Centro Cultural Tijuana y de tus amigos, aquí representados por Julieta González Irigoyen y Javier del Río. Daré lectura a la placa: “Alberto: voz familiar, revelación poética. Te admiramos y te queremos. Centro Cultural Tijuana, 16 de octubre del 2007”.
Julieta González Irigoyen expresó en nombre de los amigos: “Alberto querido: enterados del justo homenaje que te hicieron en Argentina, y ahora de la noticia de la próxima entrega de un Grammy a la excelencia musical que te darán en Las Vegas, la República de las Letras, El Hondo Mar de la Poesía, y el Cielo Maravilloso de la Ternura decidieron nombrarte ´HIJO PREDILECTO´. Y nosotros, aquí en esta Tijuana que tanto te quiere, nos vimos obligados a declarar que te amaremos hasta que se acaben los lunes”.
“El cantautor de origen argentino Alberto Cortez dio una lección de lo que es la buena música en el concierto ofrecido el pasado martes en la Sala de Espectáculos del CECUT”, escribió Abel Jiménez Cárdenas luego del titular “Echa raíces en Tijuana”. “Acompañado únicamente del piano, Cortez dio rienda suelta a las canciones que lo han consagrado como uno de los músicos más trascendentes en América Latina. Luego de interpretar algunos temas extraídos de sus numerosas placas musicales, el cantante dijo: “Qué gusto estar de nuevo en Tijuana, estar de nuevo en este CECUT, al que yo considero, si ustedes me lo permiten, mi propia casa. Le doy gracias a la vida que me permite estar aquí nuevamente, pero sobre todo gracias a ustedes por estar aquí”. Por más de dos horas deleitó al público, para al finalizar su presentación y tras un retorno al escenario, recibir un reconocimiento por su carrera”.
El cantante adelantó en el orden del repertorio la canción “Me llevaré conmigo”, himno de agradecimiento a México, y durante la cena que siguió al concierto sorprendió a sus amigos poniendo en su propia voz los párrafos que le llegaran a la ceremonia vivida en Buenos Aires el mes anterior: “Quiero dar lectura a estas palabras, que fueron las que permitieron la presencia de mis amigos de México en Buenos Aires el día 12 de Septiembre”:
“Hablar de Alberto Cortez implica un ejercicio de paciencia, por cuanto se debe superar el embate de frases y adjetivos que se atropellan por mejor describir a este singular predicador de un evangelio que nunca pasará: la poesía hecha canción, viva y actuante.
Exponer ante ustedes la alegría de los mexicanos por el reconocimiento de esta Honorable Soberanía a la vida y a la obra de Alberto Cortez, argentino de cepa y andador del mundo, es un deber de amigos.
Queremos decirles con toda sinceridad que tienen razón; que están en lo justo al otorgarle este orgulloso certificado de origen al cantor y poeta que ha sabido llevar de la mano a tanta gente a saludar, a reconocer a Antonio Machado, a Pablo Neruda, a Atahualpa Yupanqui en las olímpicas regiones que pueblan, salpicados de olvido.
Muchos miles de mexicanos hemos visto a Alberto Cortez, en estos 40 años, transitar desde las salas medio vacías, y de audiencia distraída, a recintos siempre y gozosamente llenos de seguidores fieles, devotos, convencidos. La buena nueva renace con cada concierto suyo y amalgama el sentimiento de los amigos y las familias de tres generaciones,... más las que vengan detrás.
Hablamos aquí de Presidentes, de obreros, de estudiantes; de jóvenes y no tanto; de cortes italianos y de mezclilla; les hablamos de todo México que quiere abrazar a su cantor y amigo, y agradecer sus poemas, sus cantares, su pulso de libertad, las cosas suyas que son profundamente nuestras...
Felicidades, Alberto.
Viva, Poeta.
Gracias, Argentina”.
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