´ALBERTO CORTEZ ENCANTA A MIAMI´
Los avisos anticiparon el acontecimiento en la prensa de Miami: “La magia y la vida de sus canciones, incluidas en los repertorios de los cantantes más populares, convierten a Alberto Cortez en un auténtico pilar de la música hispana, un genuino maestro que tiene su lugar entre los grandes creadores al ofrecer su arte a un público fiel y entregado a su música. Después de una ausencia de veinte años, el sábado 10 de noviembre de 2007 presentará a las 8.00 PM en el Miami Dade County Auditórium su Concierto de Cámara, un encuentro entre su voz, el piano y su gente”.
Según declaraciones del cantautor, la comunidad cubana en ese país no le perdonaba que hubiese cantado en Cuba en los años ‘80, interpretándolo como un respaldo a Fidel Castro. “Este exilio entre comillas fue quizás por algún error que haya cometido”, explicó el artista sudamericano durante un franco y extenso encuentro que tuvo con la prensa en el restaurante Casa Panza. “Mi escenario siempre ha sido un escenario, no una tribuna. Participo en la vida política en una urna; soy una persona libre y tengo derecho a elegir dónde cantar sin condicionamientos de ningún tipo”.
En su artículo de El Nuevo Herald titulado “Alberto Cortez encanta a Miami”, Manuel Eduardo Soto calificó al Miami Dade County Auditórium como “lleno hasta la bandera”, con un público que escuchó al cantante argentino durante casi tres horas y lo premió con estruendosas ovaciones.
“Cortez aprovechó el cálido recibimiento del público miamense para ir más allá de la música, que era el motivo principal de la cita, contando anécdotas como que el comediante cubano Guillermo Alvarez Guedes fue el que editó su primer disco allí.
En un escenario sencillo, adornado con un florero de decenas de rosas rojas y una pantalla gigante de televisión que mostraba imágenes geométricas, Cortez, vistiendo un sobrio traje negro, fue repasando su nutrido repertorio, el que incluyó su clásico “Distancia”, el que el público de Miami conoce al dedillo en la excelente versión de Susy Lemán, que difunde regularmente ella misma en su espacio diario de la radioemisora Clásica 92.3.
Uno de los momentos más conmovedores de la jornada se produjo cuando interpretó “El abuelo”. (...) Igualmente emocionó al público con “Miguitas de ternura”, versos que cantaron todos los que repletaban el teatro de West Flagler”.
Dos días después, Norma Niurka expresaría en su comentario “Leyendas vivas de nuestro tiempo”, también para la redacción de El Nuevo Herald:
“Están aquí, habitando un territorio que abarca dos continentes, algunos trabajando, otros retirados, siempre vigentes en el recuerdo del público. Todos conservan esa dignidad inherente a quienes han marcado pauta, artistas extraordinarios que ingresan al territorio de las leyendas.
Importantes, al margen de la fama y la fortuna, son referentes culturales de sus países y de la cultura hispana porque su importancia radica en la originalidad, el talento y el arduo y fructífero trabajo de toda una vida.
Todo eso vino a mi mente la otra noche mientras disfrutaba con cientos de espectadores el exquisito recital de Alberto Cortez en el Auditorio del Condado de Dade.
(...) Escuchar aquella voz perfectamente colocada y rotunda, acompañado sólo por un piano, y percibir su mente clara e inteligencia aguda, me hicieron percatar de que aquello era una muestra de la evolución del tiempo en una carrera artística de alto calibre.
Ese hombre simpático y afable que ofrecía sus hermosas, famosas y originales composiciones -coreadas por un público ardiente de emoción- era la mejor prueba de arte popular perdurable en medio del panorama musical actual en el que prevalece lo superficial por encima del arte.
Pensé que ese cantante argentino de dimensión internacional ha dejado pedazos de su vida en los escenarios a lo largo de décadas y pensé en otros artistas semejantes que tenemos la suerte de conocer o ver actuar, que están entre nosotros sin que comprendamos a cabalidad el valor que tienen hasta que es tal vez demasiado tarde.
Cortez acababa de llegar de Las Vegas, donde la Academia de la Grabación rindió homenaje a ciertas figuras, entre ellas a él, durante la premiación del Grammy Latino. Entre los artistas reconocidos con esta Excelencia Musical se encontraban Olga Guillot y Lucho Gatica, dos cantantes que sentaron precedente en su momento, y pensé en lo afortunados que somos en tener la oportunidad de premiarlos.
Los televidentes no vieron esta jornada en la transmisión de la cadena Univisión, tal vez porque las empresas consideran que estos artistas no están en el candelero y no tienen un público que agradecería verlos. Tiendo a creer que es sólo un error de cálculo de ejecutivos bisoños, porque estas leyendas permanecen frescas en la memoria de los pueblos a quienes han regalado su arte.
Son artistas que, al igual que Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Celia Cruz, Ástor Piazzolla y otros muchos de géneros y estilos diferentes, fueron revolucionarios en su trabajo y son los héroes musicales de nuestro tiempo”.
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