SANTO DOMINGO 2008
El 26 de Julio de 2008, Jorge Ramos escribió en el Diario “Hoy”: “No importa la distancia recorrida, aunque no sea de aquí ni de allá, desde un rincón del alma llegará una rosa o una canción de Alberto Cortez.
El cantautor argentino que conserva su voz como el primer día, hizo honor el viernes al título de su concierto: ‘Íntimo, entre amigos’, en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua.
Cortez interpretó veintitrés canciones para el público que llenó todas las localidades y que disfrutó cada una de sus composiciones, a veces sentado, otras veces de pie para aplaudir y rendir tributo al artista.
Acompañado sólo de tres instrumentos, bajo, batería y piano, comenzó su derroche de composiciones a las 10:15 de la noche con ‘A mis amigos’, en medio de las ovaciones de sus admiradores que esperaron pacientemente que se abrieran las cortinas.
El artista oriundo de Rancul no les dio tregua, y recordó cuando cantó por primera vez en ese mismo escenario del hotel Jaragua, cuando el sitio se denominaba La Fuente.
Seis de sus más conocidos éxitos radiales en los países hispano-parlantes marcaron el final de una noche íntima e inolvidable. El artista siguió conquistando ovaciones hasta las 12:30 de la noche, para despedirse con un ‘hasta siempre’ y el éxito que no pasa: ‘Cuando un amigo se va’. “Gracias por darle tanto apoyo a mi carrera a través de todos estos años de trabajo”, expresó.
Al día siguiente, Roira Sánchez manifestó en ‘El Caribe’: “Las vivencias de este cantautor siguen enriqueciendo y transportando a otras galaxias”.
Y agregó a manera de crónica del concierto: “Pasó lo inevitable. Un auténtico mito de la música hispanoamericana, el milagro de la palabra cantada, se hizo voz y la voz se hizo canción. Fue una noche larga, fresca, de vaivenes emocionales. Una noche de nostalgias y esperanzas, de amor y recuerdos. Una noche de mucha poesía y música.
Desnudo de parafernalias, como cantando al oído, Cortez emprendió el rescate de temas que hacía mucho tiempo que no ofrecía en directo.
Ante los presentes, el cantautor optó por demostrar la soledad del poeta ante su propia obra, creaciones que han sacudido miles de conciencias y sentimientos en los últimos treinta años.
El reencuentro de Alberto Cortez con el público dominicano, aliado y cómplice, seguidor incondicional de tantos años y utopías de este prolífico cantautor pampino, se convirtió en un estremecedor espectáculo. El teatro La Fiesta del hotel Jaragua quedó desbordado la noche del viernes por el poder de una voz potente y atronadora que se convierte en sonetos, prosa y poesía.
Cortez, pródigo y entusiasta como siempre, ha demostrado que lo de él es estar arriba de un escenario, que es un artista que se entrega y crece, dándole al publico lo mejor de sí. Alberto fue el responsable de estridentes ovaciones y aplausos a su trayectoria, a una larga época de éxitos innumerables que lo han convertido en una de las voces más importantes de la canción latinoamericana.
Antes de regresar a España ofreció un segundo concierto en el Teatro del Cibao de Santiago de los Caballeros. “El mítico poeta argentino, el cual es un prodigio de inspiración musical, elegancia poética y soberbia voz, marcó una vez más su portentoso paso por República Dominicana”.
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