ALBERTO CORTEZ EN PALMA DE MALLORCA
El 14 de marzo de 2009, Alberto Cortez ofreció una master class en la Fundación Sophia de Palma de Mallorca, en la que repasó orígenes, claves y peligros del mundo de la música.
“Las peregrinas academias”, una “trampa” en la que caen muchos jóvenes y que “no es más que un gigantesco negocio basado en la ilusión de quienes se quieren convertir en una estrella”, así como la piratería, los premios musicales y la música entendida como “un cuarteto más o menos bien rimado y mucha gimnasia sobre los escenarios” merecieron el reproche de un poeta, compositor y cantante convencido de que “la música popular es lo que va a permanecer, el arte por el que nos van a juzgar en el futuro, con lo que tenemos la obligación de crear un mundo cultural que no puede estar sometido a especulaciones”.
En la conferencia, sazonada con anécdotas, versos propios y ajenos, y reflexiones sobre una sociedad que “ha perdido la vergüenza”, el ganador de un Grammy a la Excelencia Musical desmontó el mito sobre los años 60. “Doy fe de que ha sido una de las épocas más nefastas de la música, salvada sólo hacia el final por los Beatles o Serrat”.
Por la noche, el cantautor ofreció un recital en la Sala Mozart del Auditorium, donde presentó el libro biográfico “Alberto Cortez, La Vida”, de Laura Etcheverry. Palma fue la tercera ciudad española en que se dio a conocer esa novedad editorial, luego de su presentación en Madrid, en la sala Manuel de Falla de la SGAE el 18 de febrero, y en Sevilla.
Cortez había recibido el Premio Sophia “Una Vida Dedicada a la Música” en el año 2006, en reconocimiento por su larga y prolífica trayectoria, en la que ha producido composiciones que han inspirado a varias generaciones, y ahora fue nombrado Miembro de Honor de la Fundación por su legado artístico.
El Dr. Francis J. Vilar, presidente de la Fundación Sophia, manifestó durante la entrega del nombramiento: “Dicen que eres hijo de la Pampa, y que la Pampa es un mar sin orillas en el que navega el silencio. Tal vez ahí esté el secreto poder de tu inspiración, porque dicen los viejos sabios que antes de hablar, hay que haber aprendido a escuchar la melodía insonora del silencio, y tú de pequeño pudiste escucharla, muchas veces, cuando aprendiste a parar el mundo y a dialogar con el duende invisible de la vida. Por eso tu voz trae hasta nosotros el eco infinito de la palabra verdadera, pues es en el silencio donde se crea la expresión y nace la verdad, esa verdad que late en el florido vergel de nuestro jardín interior y que algunos ya se han olvidado de escuchar. Alberto Cortez es un digno ejemplo de esos hombres y mujeres que han dedicado toda una vida a cultivar un arte y que con su esfuerzo han aportado ese granito de arena que hace que el mundo sea un poco mejor. Es un verdadero privilegio para nosotros tenerte como Miembro de Honor de la Fundación”.
Cortez se sumó así al Cuadro de Honor de la Fundación, el cual cuenta ya con la actriz mallorquina y premio Sophia 1999, Catalina Valls, y el ex embajador de Guatemala en España, Dr. Roberto Gereda Taracena.
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