´CORTEZ SINFONICO´ en el Auditorio Nacional de México
El 22 de noviembre, Alberto Cortez ofreció un espectáculo musical de tres horas en el Auditorio Nacional, acompañado de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz (OSJEV), dirigidos por Antonio Tornero, y su pianista Patricio Peña Méndez.
El cantautor abrió con “Yo no quiero llamarme como me llamo”, con más de setenta músicos en escena, y sus populares canciones se convirtieron en grandes obras gracias a los sonidos de cuerda, viento y metales.
Sublime fue escucharle “Yo voy soñando”, un poema de Antonio Machado al que le puso música; “Las moscas”, “La vejez” y “Siempre hay algo más”, las que combinó con orquesta y tan sólo acompañado al piano.
Los segundos de aplausos y ovaciones se dieron desde la primera interpretación y hasta la última. “Qué suerte he tenido de nacer” la declamó tal y como lo hizo al recibir el Grammy a la Excelencia Musical en 2007, y estuvieron entre otras “Callejero”, “Te llegará una rosa”, “Mi árbol y yo”, o “Camina siempre adelante”, que se convirtió en el primero de los finales.
Cortez hizo vibrar a un público dominado por adultos mayores, pero en el que también estaban representados los veinteañeros. “Es fantástico, siempre escuché sus canciones pero nunca lo había visto en persona”, señaló con emoción adolescente Jesús Vásquez, de 73 años, que asistió acompañado de su esposa Josefina al emblemático auditorio del parque Chapultepec, con capacidad para diez mil espectadores.
Dos filas más atrás, un trío de universitarios de 24 años aplaudía a rabiar. “Ha estado súper bien, es muy emocionante, su voz impacta”, señaló una de ellas, Claudia Guzmán.
Cortez agradeció las ovaciones y tras el concierto recordó a la prensa que México lo recibió de esta manera desde que llegó por primera vez en 1969. “Siempre es un placer cantar para un público tan agradecido”.
El gran concierto, un remanso de paz para los sentidos como para el alma, continuó con “Amor desolado” y “Miguitas de ternura”, con las que recibió el aplauso de pie y los monumentales coros que quedarán grabados en un CD y DVD. Su recaudación será destinada a la Fundación Hermes Music, que ayuda a niños desvalidos de México.
El artista atendió al llamado del auditorio para despedirse con “Cuando un amigo se va” y “En un rincón del alma”, apartado del micrófono y mostrando la gala de su enorme capacidad vocal.
Al igual que fue recibido con una larga ovación de pie, sus fans satisfechos lo despidieron aunado a expresiones como: “Eres grande, Alberto”, “Gracias, Maestro” y “Te amamos”. Antes de continuar con una gira regional que lo traía de Puerto Rico y lo llevaba a Santo Domingo, el artista respondió: “Gracias, México, los amo”.
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