MEXICO y MADRID - Abril - Mayo 2010
Durante abril y mayo de 2010, Alberto Cortez llevó a cabo una gira promocional por México, la que comprendió ciudades como Metepec, Culiacán (en la Universidad Autónoma de Sinaloa), Durango, Oaxaca, Monclova, Monterrey y Tijuana.
Para reflejar el impacto de esas presentaciones en uno más de sus innumerables regresos al país azteca, bastan las consideraciones de Ricardo Pereda en el periódico “El Siglo de Durango”: “El célebre cantautor argentino ofreció un emotivo concierto la noche de ayer en el Teatro Ricardo Castro. El concierto que Cortez describiría como ‘a manera de los líricos’ se convirtió en una velada íntima, cobijada por la nostalgia y la sabiduría hecha canción. Ameno, bromista y visiblemente entusiasmado se mostró el legendario cantautor argentino, tal vez influenciado por la impresionante respuesta obtenida en el transcurso de su gira por territorio nacional. ‘México tiene para mí la particularidad de ser una especie de segunda casa y cuando uno llega a su casa siempre recibe el amor, el cariño y el afecto de quienes la habitan’, dijo Cortez. ‘Es la gente la que me ayuda a permanecer, lo único que hago es proponer cosas y ustedes al aceptarlas me dan una permanencia que para mí siempre ha sido muy agradecida en todos los sentidos’, confesó el autor de temas como ‘Mi árbol y yo’, ‘Camina siempre adelante’ y ‘Callejero’.
Al ser cuestionado sobre su ‘secreto’ para mantenerse vigente después de casi 50 años de carrera artística, Alberto Cortez no dudó al confesar: “Muchas veces es sorprendente, porque pasa el tiempo y ya no soy un niño, ya no soy aquel muchachito, ahora soy una persona adulta pero evidentemente sigo teniendo esa juventud interior que es la que siempre ha prevalecido en mi vida”, y citó un viejo refrán: ‘siempre se tienen 20 años en un rincón del corazón… pues yo tengo un corazón bastante grande en donde guardo esa frase y muchas cosas más’”.
El cantante debió regresar a Madrid para el concierto programado para el domingo 16 de mayo en el Teatro Fernán Gómez, cumpliéndose cinco décadas desde su llegada a España. El mismo fue anunciado como “una puesta en escena en la que el artista nos ofrece lo mejor de su repertorio efectuada del modo más esencial, acompañado tan sólo por un piano. Cortez en estado puro, un autor al que prácticamente podemos considerar como nuestro, ya que como alguien citó en una ocasión: ‘Alberto lleva tantos años entre nosotros que su presentación es superflua, porque su arte está incrustado en la memoria colectiva de los españoles con los que ha querido vivir’. Un espectáculo creado para enriquecer, a través de la más absoluta naturalidad, todos y cada uno de sus poemas, de sus canciones, sin perder una pizca de ese carácter intimista que prende en cada interpretación, casi como si recitara sólo para nosotros”.
Se pudo disfrutar así de lo que se denominó una “ocasión única en San Isidro, con un Alberto Cortez en concierto de cámara con todos sus clásicos, incansable y en plena forma, recién llegado de otra gira de éxitos por México, con el estreno de las canciones de su nuevo disco”.
El concierto se llevó a cabo en el marco de una serie de grandes recitales de Pastora Soler, María Vidal con las coplas de Carlos Cano, la mexicana Sonia Fausto y María Dolores Pradera, cerrando el cantautor argentino “este ciclo que hace un recorrido por la memoria musical de varias generaciones, ya que cada concierto se convierte en un particular homenaje, en una velada íntima de cada artista con el público de Madrid´.
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