EN LA MUERTE DE MI HERMANO RAÚL
El Ducados inconcluso en el cenicero, la cama vacía y en el suelo
su noble corazón se abría de par en par a la muerte inexorable.
Sirenas de ambulancias, prisas desesperadas, lágrimas, masajes urgentes
y mientras tanto el plasma transparente de su alma subiendo lentamente hacia el espacio
La niebla de sus ojos seguramente se tornó luminosa de repente para ver por última vez el mundo que era suyo y que dejaba envuelto en la mortaja de lo inevitable.
El diablo que aquella noche urdió la penumbra para sus ojos, planeaba ya este viaje y esperó paciente el momento de encender el último Ducados.
Y ahora qué ?, su alma pajarera andará recabando informes por las nubes para encontrar el alma de su madre que era tan suya como mía y las de nuestro padre al que no pudieron asombrar nuestras hazañas terrenales por su temprana y sorpresiva partida.Seguramente juntos en algún lugar del espacio se estarán preguntando qué hacer para proteger a este grandote torpe que escribe versos y le canta a la vida y que se ha quedado abajo.
Dicen los viejos de por acá que hay que llorar y agotar hasta la última lágrima para que llegue al fin la resignación.¿Y cómo sabe uno cuál es la última lágrima cuando se tiene tanto amor acumulado ante el eterno peligro de lo inevitable?.Quizás tengan razón los viejos que todo lo saben porque son ellos los que dominan el tiempo cuando dicen que solo el tiempo tiene la respuesta.
Yo anduve por sus penumbras tratando de alumbrar con esa carga de esperanza que de repente toda entera se derrumbó en un Ducados a medio fumar.Será jueves y en primavera cuando me pueda abrazar al madero donde te aferras navegando el mar de lo infinito como ahora se abraza mi alma a tu siempre presencia en ella
y ocuparé tu lugar en la mesa de los amigos y brindaremos por tí y por nosotros, todos a los que tanta falta nos hacías y nos harás desde ahora.
Ah!!, por las dudas si de pronto se acerca a ti un alma pequeñita y peluda pidiendo una caricia, no se la niegues pues será sin duda el alma de Tutita nuestra perrita que agotada de suplantar el alma de todos los seres amados que se no fueron antes, un día cerró sus ojos luminosos que eran los ojos del Universo entero y nos dejó llorando y a oscuras como tantos años has estado tú con tu ceguera. Ten la certeza que te encontrará.Cuídalá por favor hasta que nos toque llegar a nosotros.
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