En verso libre
Verás amor, hoy no quisiera
someterme al agobio del soneto,
y su estricta disciplina.
Su forma de exigir siempre su forma
y la rima ritual que no se anima
a saltarse las reglas
y que encima
te obliga a disponer
rosa con cosa,
ninguna con luna,
y corazón, corazón,
¿o es que acaso
corazón no tiene rima?.
Elige la que quieras,
¿o no eres tú la dueña
del mío y de mi vida?
¿Quizás pasión?
¿tal vez razón?
¿o simplemente ternura
aunque asonante sea?
En cuatro líneas te diré:
Te quiero porque te siento guía
en la ventura de vivir contigo
y con nocturnidad y alevosía,
me confieso de amor y te lo digo.
Imposible escapar a la inocencia
de mis ripios en versos
y este asunto
es más fuerte que yo
y mi consecuencia.
El ritmo en la palabra
me subyuga, me apasiona
y me envuelve.
Con la temperatura de mis ansias,
me transporta hasta ti
y me disuelve
en la inalcanzable
lejanía de tus sueños;
los más dorados,
los más amados.
Sé que me sientes
como yo te siento
en esta inmensidad
que nos separa.
El sol está detrás,
siempre me espera,
con su rayo mejor
en tu mirada.
|